Febrero 2000. La primera vez que el Sr. Simpson llevó a un grupo de chicos de MGS a Madrid durante una semana de puro caos español. Febrero de 2017, 17 años después: el último.
Los chicos, que tuvieron la suerte de formar parte de su último grupo, llegaron al aeropuerto de Manchester llenos de expectación, donde el Sr. Sharples también estaba esperando para recibirnos. El vuelo transcurrió sin incidentes, hasta que llegamos al aeropuerto de Madrid con una maleta menos de las que llevábamos. Eso había logrado encontrar su camino a Cuba, a más de 4000 millas de distancia, dejando a Adam sin ropa de recambio durante los primeros días. No obstante, llegamos a Tandem, la escuela que había organizado nuestras excursiones y clases, con buen ánimo, nerviosos ante la perspectiva de conocer a nuestras familias de acogida. En poco tiempo, nuestros anfitriones nos llevaron a nuestros alojamientos, repartidos por toda la ciudad. La mayoría de nosotros viajábamos, dos veces al día, en metro, un laberinto de vías bajo la ciudad, rebosante de vida y carácter. Por emocionante que pueda parecer, sentarse apretujado en un pequeño tren con cientos de madrileños, viendo a un español loco haciendo cabriolas con maracas y un ukelele, es realmente una experiencia que cambia la vida.
https://www.tandemmadrid.com “Visita de los alumnos del Manchester Grammar School, Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda”
El día siguiente fue el día de Toledo, y una vez más Sonia nos guió, esta vez por la antigua capital de España, a unos 45 minutos en autobús de Madrid. Es justo decir que es uno de los lugares más bellos que he visitado, cargado de historia y salpicado de hermosas iglesias, mezquitas y sinagogas. Después de comer, subimos al tren turístico que nos condujo hasta un mirador, desde donde pudimos ver todo Toledo, rodeado por el río Tormes, como el foso que rodea un castillo medieval. Una vista realmente impresionante de este patrimonio de la Unesco. De vuelta a Madrid, unos churros en la Chocolatería San Ginés y un paseo por el bullicioso mercado de San Miguel completaron una jornada muy cultural.
Volvimos a ver a Sonia el segundo día, mientras nos guiaba por el increíble Museo del Prado, en el que vimos cientos de impresionantes obras de Velázquez y Goya, de nuevo con un comentario histórico maravillosamente claro por parte de nuestra guía. Cruzando la carretera también vimos el mundialmente famoso Guernika de Pablo Picasso, un lienzo de 7 metros de largo que representa el sufrimiento en esa pequeña ciudad vasca tras su bombardeo en alfombra. El resto de nuestro paseo artístico estuvo amenizado por una de las muchas “amables discusiones” entre el Sr. Sharples y Harry, esta vez sobre asientos vacíos en el Etihad: la banda sonora perfecta mientras contemplábamos cuadros de Salvador Dalí con nombres interesantes y subíamos al ascensor transparente sólo por diversión. Después vimos las tortugas en la estación de Atocha, antes de que el entretenimiento de la noche nos llevara al “microteatro”, que describiré con toda confianza como la noche más disparatada de mi vida. Alrededor de 15 personas nos apretujamos en un auditorio del tamaño de un guardarropa mientras, por decirlo amablemente, actores increíblemente excéntricos representaban algunas obras bastante cuestionables, prácticamente a centímetros ante nuestros ojos. Oír al Sr. Simpson reírse histéricamente de los chistes fue uno de los recuerdos icónicos del viaje. Todo cobró sentido -bueno, casi- cuando nos explicó la trama más tarde
El miércoles fue el día que nuestros fanáticos del fútbol habían estado esperando, ya que visitamos el Santiago Bernabéu, sede del Real Madrid, para hacer una visita al estadio. Con capacidad para 80.000 espectadores, este magnífico estadio es un espectáculo digno de contemplar, acorde con la talla del club que juega en él. La sala de trofeos era impresionante, por no decir otra cosa, ya que nos maravillaron los 5 trofeos de la Liga de Campeones en particular, la reluciente pieza central de la visita. También echamos un vistazo a los vestuarios y estuvimos al lado del campo, dos cosas que la mayoría de los aficionados al fútbol de todo el mundo tienen en su lista de deseos. La jornada futbolística no terminó ahí, ya que nos dirigimos al estadio Vicente Calderón, sede del Atlético de Madrid, para ver su partido contra el Celta de Vigo. A pesar de la lluvia torrencial, tuvimos la suerte de presenciar uno de los partidos de la temporada, ya que Fernando Torres marcó un sensacional gol de cabeza, y el Atlético marcó dos goles en los últimos minutos para remontar y ganar 3-2.
Entonces, de repente, llegaron los últimos días. Tuvimos mucho tiempo libre para explorar la ciudad, pero la verdad es que habríamos necesitado un mes para verlo todo. Comimos pollo a la sidra en Casa Mingo y asistimos a un curso de cocina española, donde aprendimos a hacer tortilla, además de la tradicional paella y la tarta de Santiago, un delicioso pastel de almendras. Sin embargo, llegó el final de la semana y nos despedimos de nuestras familias de acogida. También nos despedimos de todos en Tandem, especialmente de Francisco y Cristina, que habían tomado nuestras clases diarias de español durante toda la semana, además de dirigir una sesión en la que compartimos nuestra música favorita con estudiantes españoles de la escuela local. En definitiva, la semana que pasamos en Tandem, así como el tiempo que pasamos en las calles de Madrid, completamente rodeados del idioma e inmersos en la cultura, hizo que nuestra capacidad lingüística mejorara a pasos agigantados.
En nombre de todos los chicos del viaje, me gustaría dar las gracias al Sr. Simpson por organizarlo. Lo recomendamos encarecidamente a todos los estudiantes de español de sexto curso que vengan el año que viene. Además, nos gustaría dar las gracias al Sr. Sharples y al Sr. Simpson por aguantarnos durante la semana, así como desear al Sr. Simpson la más feliz de las jubilaciones. ¡Buena suerte con todo! https://www.tandemmadrid.com”Visita de alumnos de la Manchester Grammar School, Toledo”
En nombre de todos los chicos del viaje, me gustaría dar las gracias al Sr. Simpson por organizarlo. Lo recomendamos encarecidamente a todos los alumnos de español de sexto curso que vengan el año que viene. Además, nos gustaría dar las gracias al Sr. Sharples y al Sr. Simpson por aguantarnos durante la semana, así como desear al Sr. Simpson la más feliz de las jubilaciones. Thom Harris
